jueves, 28 de diciembre de 2017

Los títulos de crédito

Los títulos de crédito vienen a ser el programa de mano que se reparte en el teatro o la portada de un libro. Indican al público de qué marca o estudio es la película, quiénes la han dirigido, escrito, producido, interpretado, etc. En los créditos finales estos nombres suelen volver a repetirse y se añaden los del equipo técnico, asistentes, laboratorio, etc. Pero, en realidad, el minuto o los dos minutos de imagen dedicados a esta labor al comienzo de la película tienen más importancia de la que pensamos. Tan es así que existen especialistas en diseñarlos.


Son memorables, en efecto, los títulos de Intolerance (Intolerancia, 1916), los de las películas de terror, los trabajos de Pablo Ferro para películas como Teléfono Rojo (Dr. Strangelove, 1964) y Cowboy de media noche (Midnight Cowboy, 1969) y los créditos de Saul Bass para Vértigo/De entre los y muertos (Vertigo, 1958), Anatomía de un asesinato, (Anatomy of a Munder, 1959), Con la muerte en los talones (North by Northwest, 1959), Psicosis (Psycho, 1960), West Side Story (1961) y Casino (1995).  Estas películas demuestran que diseñar unos créditos que den el sentimiento del relato o que resuman metafóricamente su pensamiento puede ser una  decisión preferible a entrar de lleno en la acción. También se recuerdan los créditos de El cuarto mandamiento (The Magnificent Ambersons, 1942) y la segunda parte de Iván, el terrible (Ivan Grozni, 1945) porque se dan con una voz superpuesta. Y en los últimos años se ha destacado el trabajo del equipo de los Estudios Gatti, que concibe el grafismo de las películas de Almodóvar, como Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988).
Tras la llegada de la televisión, los títulos extradiegéticos, sobre todo los que simplemente dan a conocer al reparto y los técnicos sobre un fondo negro, caen en desuso, aunque son típicos del cine de Woody Allen. Se prefiere que los nombres y los cargos se pasen al mismo tiempo que comienza a contarse la historia. También cada vez es más habitual dar al principio los créditos fundamentales (productora, título y poco más) y dejar para el final el resto.  
A continuación recogemos un  enlace a un vídeo en cuatro partes sobre este tema de La aventura del saber. Fue emitido por TVE.  Se basa en el libro Uncredited de Gemma Solana y Antonio Boneu, que recoge la evolución en el tiempo de los títulos de créditos.


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