martes, 24 de junio de 2014

La situación dramática estructural: George Polti


En la composición de la trama hay que distinguir dos formas de situación: la situación dramática y situación dramática estructural. Esta última significa que toda trama puede resumirse en una situación fundamental, una situación que no es la de ninguna de las escenas o puntos de acción que forman un relato audiovisual, pero que las incluye a todas. Ya no es el lugar, momento y modo de la escena (situación dramática) sino un sistema de fuerzas que los personajes principales de la acción configuran al entrar en conflicto. Es decir, la disposición y las relaciones que mantienen los personajes a lo largo de la historia crean una tensión o un conflicto que llamamos situación dramática estructural porque actúa como un programa de significado dramático. Dicha situación surge en cuanto se establece una meta en el personaje central o, como decía Sastre, un proyecto: un protago­nista luchando por algo particu­lar, íntimo y concreto; un persona­je manifestándose en la elec­ción, ejerciendo su libertad ante los obstáculos, o lo que es lo mismo, con­flicto con finalidad. Este esquema, en forma de modelo actancial, define una trama singular y permite establecer una tipología de la trama a partir de las situaciones conflictivas. En otras palabras, la situación dramática estructural se refiere a las plasmaciones o configuraciones concretas y muy variopintas del modelo actancial. Para deducir cuál es la situación dramática estructural de un relato basta saber cuáles son los personajes fundamentales de la trama, asignarles la función o funciones que cumplen y, con todo ello, dibujar su modelo actancial.

Los teóricos que se han ocupado de estudiar la situación dramática estructural han sido Gozzi, Polti y Souriau. Etienne Souriau llega a decir que, matemáticamente y en virtud de la combinatoria de los actantes que él determina, pueden existir 210.141 situaciones dramáticas posibles. Por ejemplo, si tomamos el motivo de la rivalidad amorosa, que implica, cuanto menos tres actantes, pueden darse hasta 36 situaciones posibles: la mujer elige entre dos rivales (por lo que ella es bien y árbitro); los dos rivales son hermanos; los rivales son padre e hijo; etcétera. De esas miles de situaciones posibles unas se han plasmado ya en obras concretas con mayor o menor frecuencia, y otras son modelos posibles, esto es, futuras situaciones que podríamos llevar al relato por primera vez.


Carlo Gozzi y George Polti establecen una tipología mucho menos extensa y compleja. Para ellos, todas las tramas pueden resumirse en 36 situaciones dramáticas fundamentales. El libro de George Polti La 36 situaciones dramáticas (1895) ha sido criticado porque algunas de sus situaciones no son tales, sino más bien estados de ánimo (Remordimiento, Locura) o tipos de sucesos (Secuestro, Persecución). Sin embargo, su propuesta es muy útil como herramienta para un guionista. Puede servirnos para interpretar nuestra trama una vez ya compuesta (¿qué tipo de trama he escrito?) o bien pude servir de modelo y guía para componer un relato basado o inspirado en una situación dramática estructural concreta. Una vez más estamos entrando en la transtextualidad. 


George Polti (1867-1946), en concreto, estudia mil doscientos textos o ejemplos: unos mil proceden de obras dramáticas y el resto son novelas, epopeyas, hechos históricos y casos reales. Señala que las 36 situaciones en la que todos estos ejemplos pueden resumirse son, a la vez, los 36 sentimientos básicos de la vida, de ahí que para designar dichas situaciones emplee palabras como: venganza, remordimiento, ambición, sacrificio, etcétera. Ahora bien, él aplica el modelo tanto al conjunto de la obra como a alguna de las partes. Esto significa que puedo tomar una situación dramática para componer con ella toda una obra o bien puedo construir una trama donde se vayan sucediendo determinadas situaciones, por ejemplo, imprudencia fatal y locura; o bien, caer en desgracia, persecución y desastre.


En todas las situaciones, George Polti contempla, al menos, la existencia de dos actantes cada uno de ellos con su respectivo papel narrativo, casi siempre Protagonista y Antagonista, ya que la situación dramática nace de un conflicto entre dos esfuerzos con dirección opuesta. Así mismo puede existir un “Tercer actor” que unas veces está del lado del protagonista y otras del antagonista. Este tercer actor se manifiesta de tres formas o ejerce tres funciones básicas: Impulsor (destinador), Objeto (objeto ideal disputado o codiciado) e Instrumento (ayudantes). Incluso un mismo personaje puede encarnar estas tres funciones. En las siguientes entregas iremos viendo cada una de las 36 situaciones dramáticas de Polti.




1 comentario:

  1. Después de mucho buscar el libro (es español) y no encontrarlo, decidí traducirlo.
    Por si alguien tiene interés, comparto el link: "Las 36 situaciones dramáticas" (http://bit.ly/36situaciones).
    Muchas gracias y ¡feliz escritura!

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